Columnas
En este segundo ensayo, o no-carta, Gabriela Borrelli propone observar la correspondencia entre grandes escritoras: Virginia Woolf y Vita Sackville-Wes; Marguerite Yourcenar y Silvia Baron Supervielle. «Una vida puede ser narrada, puede ser leída, pero también puede ser poetizada. Leo en esta correspondencia la poesía debajo de una comunicación que no intenta nada más que existir a través del tiempo», escribe.
«Kafka, y Gershom Scholem, y Max Brod y tantos judíos centroeuropeos tenían un sueño con la Palestina todavía otomana y a punto de pasar al mandato británico, con la Palestina mestizamente semita que se presentaba como la cifra de un pasado fundacional pero próximo en el que incrustarse de una buena vez en ese mundo en conflagración»: Alicia Migdal escribe sobre Kafka, sus circunstancias y sus visiones. Un anticipo de los cien años de la muerte del autor.
Alejandro Ferrari toma el «fecundo camino» de la novela de aprendizaje en las letras uruguayas y centra su abordaje en las últimas décadas. Así, hace dialogar ciertas obras de Gustavo Espinosa, Fernanda Trías y Damián González Bertolino. Un adelanto del taller que dictará en mayo en nuestra casa.
¿Por qué dar cuenta con palabras del movimiento, eso que es tan complejo y resbaladizo para ser puesto en palabras? El dúo Animale hace un repaso de varias obras de artistas locales sobre la danza y explora el significado de poner la práctica por escrito.
«El Matadero», cuento fundacional de Echeverría, es una puesta en escena de la barbarie, pero también un alegato del valor del ano sin sodomía dentro del heteropatriarcadose. «Todo este escenario de horror, sangre, sudor, cuchillos, cuerpos ensangrentados y machos, tiene una cúspide que da pavor humano al cuento: la violación del joven unitario que pasaba cerca del matadero», escribe José Arenas.
El vínculo que une la escritura con la lengua materna no siempre es tan esencial como se cree. Isabel Retamoso revisita la obra de cuatro escritoras y escritores que, por razones diversas, se apropiaron de la lengua extranjera para algo tan íntimo como la creación propia. Una excusa para leer literaturas que trabajan sobre la extrañeza y la ajenidad.
«Hay cosas que son y otras que no, pero se le parecen y en el medio de esas cosas vive la poesía para descubrir el mundo oculto bajo las palabras», escribe Gabriela Borrelli en este texto que es y no es una misiva. Retomando su nuevo libro, Cartas a jóvenes poetas, nos propone compartir el goce de la lectura de poesía y lo hace, en esta primera entrega, al destacar el poder del no.
Marzo en Intervalo estará atravesado por los feminismos, en plural, en todo tipo de textos y materiales. anguirú-laboratorio disidente nos propone una reseña y una reflexión sobre esa pluralidad y cómo la vivimos hoy en día. Así, el planteo lleva a cuestionarse: ¿quiénes somos? y ¿qué nos sucede?, porque «estas interrogantes son fundamentales si queremos reconocernos y entendernos en nuestra heterogeneidad».
Una charla con Patricia Salinas Pérez, de la editorial Almadía, que llegó a Uruguay recientemente. Sobre cómo una editorial de Oaxaca dio el salto al otro lado del Atlántico, autoras/es recomendados y apuntes sobre el panorama actual: «Si hace unos quince años las editoriales independientes empezaban a entrar a codazos en el mercado, con el tiempo se volvió cool ser una editorial independiente, y por tanto parecerlo».
Vuelve Alicia Migdal y sus estupendas moscas por el rabo. Sobre Gabo Ferro, la reinterpretación de tangos, la muerte temprana (un disparate), y porque, a pesar de todo, «la música es adictiva, canta en nuestro nombre, concentra obsesiones, hace del emisor un dios laico pero no menos terrible».
Ariel Dilon escribe sobre su tarea como traductor, las ilusiones de la técnica y la guía de la intuición: «A traducir un libro, como a leerlo o escribirlo, solo nos prepara el libro: laboriosa, problemáticamente, cada libro me hace su lector y acaso me hará su traductor». En un recorrido que abarca también la lectura y la escritura, busca así la vibración de la lengua extranjera.
Ahora es el turno de Caja 19, novela recientemente lanzada por Eterna Cadencia. Allí, Claire-Louise Bennett, en traducción de Laura Wittner, dobla la apuesta con esa prosa tan única que había mostrado en Estanque (2016). Además, hay «gracia y dinamismo en las narraciones y detrás de ellas, infaltablemente, una visión sobre las cosas que jamás suena impostada».
Gracias a Jill Stoner y de Ursula K. Le Guin, la noción de arquitectura se transforma en algo que va más allá de la práctica de edificar muros. La investigadora Patricia Roig, hurgando en la experiencia propia, escribe que «hasta un ombú, una bolsa y muchas piscinas urbanas constituyen arquitecturas posibles».
Ya no acerca desde los libros, sino desde las letras del tango, José Arenas despacha este tercer «Faroles del deseo» en torno al cuerpo de la mujer. O cómo la corporalidad femenina «es un elemento central para la construcción de una moral en torno al sexo, una moralina alrededor de la mujer deseante y cierta melancolía alrededor del cuerpo deseado».