ensayo
En este segundo ensayo, o no-carta, Gabriela Borrelli propone observar la correspondencia entre grandes escritoras: Virginia Woolf y Vita Sackville-Wes; Marguerite Yourcenar y Silvia Baron Supervielle. «Una vida puede ser narrada, puede ser leída, pero también puede ser poetizada. Leo en esta correspondencia la poesía debajo de una comunicación que no intenta nada más que existir a través del tiempo», escribe.
«Kafka, y Gershom Scholem, y Max Brod y tantos judíos centroeuropeos tenían un sueño con la Palestina todavía otomana y a punto de pasar al mandato británico, con la Palestina mestizamente semita que se presentaba como la cifra de un pasado fundacional pero próximo en el que incrustarse de una buena vez en ese mundo en conflagración»: Alicia Migdal escribe sobre Kafka, sus circunstancias y sus visiones. Un anticipo de los cien años de la muerte del autor.
En el ensayo Atención radical (AlphaDecay, 2021), la escritora británica Julia Bell trabaja sobre la atención, la nuestra, la que hoy en día raramente se posa en un solo punto. Así, «ayuda a comprender la mecánica perversa que se esconde detrás del funcionamiento de las redes sociales y las aplicaciones de internet, diseñadas para exprimir al máximo posible cada segundo de nuestra valiosa atención».
¿Por qué dar cuenta con palabras del movimiento, eso que es tan complejo y resbaladizo para ser puesto en palabras? El dúo Animale hace un repaso de varias obras de artistas locales sobre la danza y explora el significado de poner la práctica por escrito.
«El Matadero», cuento fundacional de Echeverría, es una puesta en escena de la barbarie, pero también un alegato del valor del ano sin sodomía dentro del heteropatriarcadose. «Todo este escenario de horror, sangre, sudor, cuchillos, cuerpos ensangrentados y machos, tiene una cúspide que da pavor humano al cuento: la violación del joven unitario que pasaba cerca del matadero», escribe José Arenas.
El vínculo que une la escritura con la lengua materna no siempre es tan esencial como se cree. Isabel Retamoso revisita la obra de cuatro escritoras y escritores que, por razones diversas, se apropiaron de la lengua extranjera para algo tan íntimo como la creación propia. Una excusa para leer literaturas que trabajan sobre la extrañeza y la ajenidad.
«Hay cosas que son y otras que no, pero se le parecen y en el medio de esas cosas vive la poesía para descubrir el mundo oculto bajo las palabras», escribe Gabriela Borrelli en este texto que es y no es una misiva. Retomando su nuevo libro, Cartas a jóvenes poetas, nos propone compartir el goce de la lectura de poesía y lo hace, en esta primera entrega, al destacar el poder del no.
Marzo en Intervalo estará atravesado por los feminismos, en plural, en todo tipo de textos y materiales. anguirú-laboratorio disidente nos propone una reseña y una reflexión sobre esa pluralidad y cómo la vivimos hoy en día. Así, el planteo lleva a cuestionarse: ¿quiénes somos? y ¿qué nos sucede?, porque «estas interrogantes son fundamentales si queremos reconocernos y entendernos en nuestra heterogeneidad».
Para inaugurar marzo, una reseña de Ímpetu involutivo, de las canadienses Carla Hustak y Natasha Myers (Cactus, 2023). En este libro, las autoras «llevan a la práctica un abordaje feminista de las relaciones interespecíficas y de las relaciones entre quienes se dedican a investigar sobre este campo del conocimiento, incorporando desarrollos teóricos sobre el afecto, la diferencia y la responsabilidad».
Vuelve Alicia Migdal y sus estupendas moscas por el rabo. Sobre Gabo Ferro, la reinterpretación de tangos, la muerte temprana (un disparate), y porque, a pesar de todo, «la música es adictiva, canta en nuestro nombre, concentra obsesiones, hace del emisor un dios laico pero no menos terrible».
Ariel Dilon escribe sobre su tarea como traductor, las ilusiones de la técnica y la guía de la intuición: «A traducir un libro, como a leerlo o escribirlo, solo nos prepara el libro: laboriosa, problemáticamente, cada libro me hace su lector y acaso me hará su traductor». En un recorrido que abarca también la lectura y la escritura, busca así la vibración de la lengua extranjera.
Ya no acerca desde los libros, sino desde las letras del tango, José Arenas despacha este tercer «Faroles del deseo» en torno al cuerpo de la mujer. O cómo la corporalidad femenina «es un elemento central para la construcción de una moral en torno al sexo, una moralina alrededor de la mujer deseante y cierta melancolía alrededor del cuerpo deseado».
Francisco Álvez Francese trae a colación las memorias de la argentina Victoria Ocampo e ilustra la potencialidad de la expresión que despierta Proust en ella. El efecto no solo aplica al entendimiento de la lectura, sino también a la forma de recordar lo inexpresable, aquello ligado a «la melodía quejumbrosa que en mi infancia empezó con un solo de violín».
Las ceremonias. Crónicas de personas que usan drogas, de Marcos Aramburu, es un libro que recoge, de una manera sensible e inteligente, diferentes experiencias en torno al uso de drogas. Y es también un alegato a favor de la reducción de daños, partiendo de la necesidad de «poner el foco en las personas y sus contextos, no en las sustancias».